
Científicos chilenos fueron testigos de una colisión donde dos galaxias, ubicadas a más de 11 mil millones de años luz, entraron en proceso de fusión y en donde una literalmente atraviesa a la otra.
La investigación fue publicada en la última edición de la revista Nature Astronomy. En el trabajo participó el astrónomo de la Universidad de Chile, Sebastián López y el estudiante de doctorado Rodrigo Cuellar.
“Descubrimos que un cuásar, que es un agujero negro supermasivo donde están cayendo enormes cantidades de material, está destrozando el gas de una galaxia vecina y formando luego nubes muy pequeñas, probablemente demasiado densas y fragmentadas como para formar nuevas estrellas”, así lo explica el doctor Sebastián López, quien es además profesor titular del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Este fenómeno muestra cómo los efectos radiactivos pueden inhibir los procesos de formación de estrellas.
“Descubrimos que las dos galaxias poseen masas comparables a la Vía Láctea, encontrándose muy próximas la una a la otra y que ambas están acercando entre sí a una velocidad de unos 500 kilómetros por segundo”, agrega Pasquier Noterdaeme, primer autor del trabajo, miembro del Institut d’Astrophysique de Paris, investigador del Laboratorio Franco-Chileno de Astronomía (FCLA) y anterior postdoctorado en el Departamento de Astronomía de la U. de Chile.
El estudio se basó en un análisis de datos obtenidos por distintos instrumentos como los son: el Very Large Telescope (VLT de la ESO) en Cerro Paranal, el Radiotelescopio ALMA en la meseta de Chajnantor (San Pedro de Atacama), y el telescopio Subaru en Mauna Kea, Hawái.
“El cuásar se conoce como “SDSS J012555.11-012925.00”, el que parece estar desempeñando un rol clave al transformar su galaxia vecina, lo que tiene implicancias profundas para nuestra comprensión de cómo evolucionan las galaxias en el Universo temprano”, añade Sergei Balashev, del Ioffe Institute en San Petersburgo, codirector del estudio junto a Noterdaeme.
El equipo espera continuar estudiando este sistema con mayor resolución, aprovechando futuras instalaciones como el Telescopio Extremadamente Largo (ELT) que se construye en Cerro Armazones (Región de Antofagasta). “Ya tenemos varias ideas para buscar más sistemas como este y entender aún mejor la competencia entre los procesos que fomentan o inhiben la formación estelar”, concluye Noterdaeme.